Normalmente oímos a las personas quejarse de que no consiguen cosas, de que tienen mala suerte, de que no entienden porque a ellos no y a otros sí y frases parecidas. Cuando estás en un mundo real, normal, imbuido por las múltiples tareas cotidianas, no percibes ese sentimiento de mala suerte, ese sentimiento de incapacidad. Pero cuando te mueves en un mundo de crecimiento interior y trabajas herramientas como las de la PNL o la Inteligencia Emocional, escuchas esos lamentos y te percatas de muchas cosas. Seguramente ya has trabajado el cambio o la consecución de objetivos y seguramente ya habrás escuchado decir que las personas creemos que nuestros deseos o suelos son objetivos. O quizás te han explicado ya que no podemos trabajar como objetivo algo que no sea tangible o que no dependa exclusivamente de ti. Y ahora entiendes a esas personas que te rodean, ellos no lo sabían, a ellos nadie se lo explicó. Están trabajando objetivos que no dependen de ellos o quizás incluso no son ...